domingo, 29 de abril de 2018

Reflexiones de una diabética

Hoy, 14 de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Diabetes 🔘 y quiero hacer algunas reflexiones 
Llevó la mitad de mi vida viviendo con diabetes tipo 1, inyectándome tres veces al día dos tipos de insulina. El día que me dijeron que tenía diabetes tenía doce años y lo único que pensaba era que jamás volvería a tomar Inca Kola ni iba a poder ir a fiestas de mis amigos porque ¿quién va a fiestas si no es para comer dulces? Todavía no me habían dicho que tendría que inyectarme insulina por el resto de mi vida y la verdad creo que de todo el proceso de adaptación esa fue la parte menos significativa.
Tuve la suerte de crecer con muchísimo apoyo de mi familia y amigos quiénes siempre se “adaptaron” a mi estilo de vida, lo cual me llevó a ser la “más saludable” del grupo. Sin embargo, también crecí con el prejuicio que tenía la gente sobre esta “enfermedad” que yo prefiero llamar “condición”. Cuando alguien se enteraba que tenía diabetes, aparecían preguntas como “¿tan chiquita?”, “¿no podrás comer nada?” o comentarios como “no dejes que te corten la pierna”, “tómate estas hierbitas para que te sanes de una vez”. Nunca le di mucha importancia a nada de esto porque, aunque no lo crean, tener diabetes fue una gran fuente de aprendizaje para mí (sobre todo de nutrición ).
Creo que es necesario desterrar esta idea absurda que se tiene sobre la diabetes, muchos doctores siguen asustando a sus pacientes diciéndole todo lo malo que les puede pasar si es que no siguen las “indicaciones”; sin embargo, se olvidan que más allá de una imposición, lo que se necesita para llevar una vida tranquila con diabetes es la educación, la información y la prevención. Quienes me conocen saben que tener diabetes nunca ha sido impedimento para mí, he estado a más de 6000 metros de altura inyectándome mi insulina sin ningún tipo de problema, me he ido a tonear hasta el día siguiente e incluso he llegado a comer un par de veces cosas “dulces” porque la clave no está en privarse de las cosas buenas de la vida, sino en encontrar un equilibrio de ellas.
Soy consciente de que en mi condición de “type 1”, la insulina es un factor determinante para el tratamiento. Es un medicamento cuyo precio es elevado #Quehariasinmiseguro  y lamentablemente no es accesible en varias provincias. También están de por medio, el glucómetro, las tiras para medición de glucosa y los exámenes regulares que debemos hacernos. Lamentablemente esta es una “enfermedad” cara, que le puede llegar a todos por igual y en la que debemos estar dispuestos a darnos la mano cada vez que se pueda y esa es la labor que han llevado a cabo varias instituciones y asociaciones enfocadas a la educación en Diabetes. Resalto con mucho cariño la participación de ADINA (Aún recuerdo esos campamentos  ).
Este año las celebraciones del Día Mundial de la Diabetes se centran en nosotras, las mujeres, y las reflexiones respecto a este tema dan para un post muuuuucho más largo y supongo que con más feeling. Solo me queda por decir ¡que sean muchos años más!

lunes, 9 de noviembre de 2015

¿Por qué son importantes los hidratos de carbono en el tratamiento de la diabetes?


No sé si muchos tienen la misma manía de leer las etiquetas de lo que comen como yo. Particularmente, no como nada sin saber antes cuál es su composición. Quizá responde a una reacción exagerada de la necesidad de tener que contar los hidratos de carbonos que ingiero para calcular las unidades de insulina que debo inyectarme. A grandes rasgos, los hidratos de carbono son un componente que se encuentran en la mayor cantidad de alimentos y cuya función principal es brindar energía al organismo. Cuando se ingiere cualquier tipo de alimento, el cuerpo lo descompone en azúcares simples. Es por ello, que en teoría, un diabético puede comer lo que desee, pues todo lo que ingresa al cuerpo, finalmente se termina convirtiendo en hidratos de carbonos. A las personas que nos diagnostican con diabetes es lo primero que nos enseñan: el conteo de hidratos de carbono; sin embargo, muchas personas no lo toman en serio. Lo ven como un procedimiento difícil e innecesario, quizá porque antes de su diagnóstico no tomaban consciencia acerca de lo que comían. Siempre he creído que comer no es impulso, se debe buscar la manera más racional de hacerlo, nuestro cuerpo no está diseñado para la saciedad, sino para recibir determinados alimentos en una adecuada cantidad. La solución para evitar las hiperglucemias es saber manejar las raciones y las cantidades de insulina que nos aplicamos. En este sentido, es evidente que existen algunos alimentos que tienen mayor cantidad de hidratos de carbono que otros.
Los hidratos de carbono simple, también conocidos como de absorción rápida, son alimentos que están compuestos por fructosa, glucosa y dextrosa; estos, además, se digieren muy rápido y pasan al torrente sanguíneo en minutos elevando rápidamente la glucosa. Esto sucede porque las células reciben más glucosa de la necesaria, ocasionando un exceso de energía que termina almacenándose en forma de glucógeno. En su gran mayoría, los tipos de alimentos que tienen esta composición son refinados: azúcar de mesa, harinas refinadas (y sus derivados), dulces, entre otros, lo que a simple vista nos lleva a pensar que son alimentos que proporcionan "calorías vacías". Lo que debemos saber de estos alimento es que se deben consumir en menores cantidades porque al ser de absorción rápida entran y salen del cuerpo generando una condición de hiperglucemia en la sangre innecesaria. Sin embargo, también hay que considerar que muchos de estos hidratos simples los podemos encontrar en alimentos naturales como cierto tipo de frutas (plátano, lúcuma, uvas), la leche, melaza, sirope, entre otros; estos alimentos a pesar de realizar un viaje "corto" en nuestro organismo aportan también elementos nutritivos como vitaminas, enzimas, minerales que sí resultan un gran aporte para el organismo. En este sentido, lo más racional sería obtener estos azúcares simples de este tipo de alimentos que de la gran cantidad de alimentos refinados
Los hidratos de carbono complejos o de absorción lenta son los más recomendados para las dietas de pacientes diabéticos. Debido a su absorción lenta producen una elevación de glucosa más moderada. En su composición se encuentran muchas moléculas de azúcar unidas por vínculos químicos. El organismo rompe estas cadenas gradualmente y reduciéndose a carbohidratos simples como el glucógenos que posteriormente es almacenado como principal reserva energética, tanto en los músculos como en el hígado. Este lento proceso permite mantener bajo control los niveles de azúcar en la sangre y, al mismo tiempo, pone en disposición del cuerpo un combustible de larga duración. Es por esto que los hidratos de carbono de absorción lenta tienen un impacto menor en los niveles de lípidos en sangre. Entre los alimentos que tienen hidratos de carbono complejos se encuentran: las hortalizas, legumbres, maíz, productos integrales; entre otros.

Mari
Si quieres más información, yo revisé estas páginas para escribir este post:
-http://www.dietas.net/nutricion/los-carbohidratos/hidratos-de-carbono-simples-ycomplejos.html#
- http://www.natursan.net/alimentos-ricos-en-hidratos-de-carbono-simples/
- http://kidshealth.org/kid/en_espanol/sano/carb_esp.html





lunes, 2 de noviembre de 2015

Educación en diabetes: Cuando el exceso de información atemoriza

Cuando a una persona le diagnostican Diabetes, lo que los médicos suelen recomendar es que obtengamos la mayor información posible sobre los efectos y complicaciones que se pueden generar si se tiene un mal control de ella. Siempre me dio la impresión que esta "información" tenía el único fin de atemorizar a los pacientes cuando en verdad la educación debería tener un fin más integral: el conocer un nuevo estilo de vida. Mi familia y yo decidimos emprender esta búsqueda de información no con la finalidad de saber qué me pasaría si no llevaba un buen tratamiento, sino que en todo momento intentamos buscar el lado positivo de la enfermedad y lo que encontramos fue fenomenal. En primer lugar, nuestra búsqueda de información se restringió casi el 90% a la internet; algunas veces mis padres encontraban libros sobre diabetes y los traían a casa, pero eso no era común porque hace 11 años la diabetes tipo 1 no era tan conocida como quizá sí lo es ahora. En internet encontramos desde información avalada por grandes institutos como la American Diabetes Association, Fundación para la Diabetes, Asociación de Diabetes del Perú hasta blogs de personas que viven con diabetes y deciden compartir su experiencia con los que recién se inician en este enfermedad: Blog Diabético tipo 1. Con estas páginas casi nunca tuve problemas, porque era información avalada y que casi siempre oía repetir a mi médico en las consultas. El problema fue cuando me topé con páginas sensacionalistas o que intentaban promocionar productos "curativos" para la Diabetes. Mi primera impresión fue de sorpresa: lo pintaban todo tan perfecto: "Adiós diabetes, ¡sánate ya!", algo raro debía haber en eso. Sabía que debía tener cuidado con este páginas porque la información en internet no es filtrada y la posibilidad de encontrarme con páginas oportunistas era muy alta.
Entonces, ¿cómo saber a qué tipo de información debo hacer caso y qué otra no? En primer lugar, creo que la última palabra siempre la tendrá nuestro médico.  Todos los médicos, en sus consultorios manejan flyers o información básica en panfletos; siempre pidan toda esta información ya sea en los consultorios, en los hospitales o en las campañas de prevención porque es "publicidad"/ información elaborada por los mismo médicos, avalada por las Instituciones de Salud de cada país. Casi siempre este tipo de información es masiva; por lo tanto, tampoco es tan pormenorizada. Aquí viene el segundo paso, la internet o los libros de salud. El orden de consulta dependerá de cada uno. Si prefieren revisar libros hay que diferenciar dos cosas: libros sobre diabetes (como para un médico que quiere hacer su especialización) o libros en educación para diabetes (como para pacientes como nosotros). Podríamos consultar ambos, pero me parece que los segundos son más accesibles en cuestión de lenguaje y porque además, manejan una metodología: son libros de EDUCACIÓN para pacientes novatos. Si, en cambio, prefieren navegar en la internet, los que recomiendo es que recurran, primero,  a las páginas web de instituciones de salud reconocidas a nivel mundial (como las mencionadas más arriba). En segundo lugar, están los blogs como este en donde podrán encontrar información quizá un poco más procesada y que no siempre le puede funcionar a todas las personas.
Ahora bien, una vez que emprendimos la búsqueda de información podemos encontrar desde post sobre qué debe comer un diabético hasta información sobre el "pie diabético". Creo que muchas personas, no se animan a investigar sobre esta enfermedad por el temor a encontrar información que no le guste. Creo que a nadie le gusta leer noticias o testimonios sobre el pie diabético o la nefropatía diabética, pero es la realidad de muchos pacientes y es parte de la misma enfermedad. Siempre he tratado de ver el lado positivo de la enfermedad, podría deprimirme buscando información sobre los efectos negativos, pero en verdad prefiero buscar mejor opciones alimenticias o tipos de ejercicio que podrían mejorar el tratamiento. El punto es que no debemos atemorizarnos por la información que encontramos; este enfermedad no es del todo mala.¡¡¡ No nos falta nada!!! Solo es cuestión que tomemos consciencia de que esta implica un nuevo estilo de vida que no es para nada negativo: comer sano, hacer ejercicio, no tomar en exceso ¿todo eso les parece negativo? Creo que no. La única incomodidad quizá podría ser para los diabéticos tipo 1 (que en verdad somos los que menos os quejamos :p) es la de inyectarnos la insulina, pero después de eso yo no le encuentro nada malo. 
Saber qué es esta enfermedad, cuáles son las implicancias y los efectos positivos de un nuevo estilo de vida es definitivamente obligatorio para un paciente; la manera en que obtengamos esta información y cómo la procesemos es también parte del tratamiento. No caigamos en la depresión, sino más bien siempre intentemos ver el lado positivo, siempre lo hay.



lunes, 26 de octubre de 2015

Dispositivos de insulina: Frascos, lapiceros y bombas, ¿cuál prefieres?


Hoy en día existen muchas maneras de aplicarse la insulina; depende de las necesidades diarias de cada paciente para optar por uno u otro dispositivo. Los dispositivos más tradicionales son los frascos de insulina, aquellos que deben ser guardados en la puerta del refrigerador para su conservación. Yo recuerdo haber utilizado el frasco de insulina por algunos años; sin embargo sentía muchas limitaciones porque no tenía un acceso rápido a mis dosis de insulina. Si quería salir, no podía llevar el frasco conmigo; existía la posibilidad de llevar los frascos con bolsas de hielo, pero eso implicaba además cargar con las jeringas a todos lados. Para mi resultaba incómodo cuando tenía que salir: el hielo terminaba derritiéndose y tenía que cargar un pack especial para las jeringas que lo único que generaban era un bulto enorme en mi bolso. Lo soporté por unos años, pero luego terminé
utilizando los lapiceros con cartucho. Para mi esto fue fenomenal: solo era necesario llevar el lapicero (literal es tamaño de un lapicero), no necesitaba congelación, pues podía estar como 2 meses a temperatura ambiente. Mi tratamiento con las dosis de insulina mejoró considerablemente porque tenía siempre a la mano mi insulina. El funcionamiento del cartucho se desarrolla de la misma manera que el frasco de insulina (también necesita agujas para aplicar la inyección) solo que aquí la ventaja es el poder llevarlo a todos lados. Quizá lo único malo que le pude encontrar al lapicero es que la cantidad de mililitros es mucho menor que la del frasco. Actualmente, todas las marcas de insulina tienen dispositivos tanto en frasco como en lapicero, pero me da la impresión que los lapiceros son los que mayor demanda tienen entre los pacientes diabéticos debido a la practicidad; los frascos, por su parte, han sido relegados a usos colectivos en las salas de emergencia para cualquier tratamiento médico (hiperglucemias, por ejemplo). 
Otro dispositivo, que es lo más rankeado entre los pacientes diabéticos, es la bomba de insulina (click aquí para mayor información). En muchos países se han dejado de lado los lapiceros con cartucho y ni que decir de los frascos, para utilizar estas bombas que son intento de "páncreas artificial" que imitan la segregación de insulina a partir de una dosificación digital. Las ventajas de la bomba es que ya no son necesarias las múltiples inyecciones diarias. La utilización de un cateter conectado a la bomba permite una dosificación automática las 24 horas del día. Solo se debe programar la cantidad necesaria para que la bomba comience a funcionar. De hecho esta bomba tiene una tecnología que a los pacientes les permite "olvidar" por un momento las implicancias de su enfermedad, pues te avisa cuántas cantidades de insulina quedan en tu cuerpo, lo cuál te permite instantáneamente saber si estás apunto de tener una hipoglicemia. Sin embargo, el acceso en muchos países todavía suele ser muy bajo, debido a lo elevado de su precio y la imposibilidad de encontrar en cualquier lugar las piezas de la bomba. Pero para los que pueden y se animen a utilizarla, solo busquen la marca que más se a gusto. Existen unas más "modernas" que otras que permiten un control integral sobre el camino que toma la insulina al entrar a nuestro cuerpo. No le encuentro mayor desventaja al uso de la bomba que no sea una cuestión estética, pero que fácilmente puede ser superada ocultándola con algunos "truquitos" como este
Todos estos dispositivos están en el mercado para los pacientes diabéticos, unos con más acceso que otros, pero es cuestión de cada uno de decidir cómo quiere seguir el tratamiento. Algunos nos permitirán un mejor control si nuestro ritmo de vida es más agitado. En todo caso, es cuestión de evaluar nuestra situación y siempre consultarla con nuestro médico. 

Mari

lunes, 19 de octubre de 2015

Un tiempo para comer

Comer puede generar en nosotros distintas sensaciones: saciedad, placer, culpabilidad o simplemente puede responder al llamado de una necesidad de nuestro cuerpo. Saber qué comer y cómo comer es una de las técnicas que  ayudan no solo a un mejor tratamiento de nuestra enfermedad, sino en general a tener un mejor estilo de vida. Hoy en día, "la falta de tiempo" lleva a muchas personas a comer comida chatarra, ingerir los alimentos de forma muy rápida o incluso simplemente a no comer. Los buenos hábitos alimenticios se han dejado de lado para dar paso a una nueva "cultura del comer" en donde la inmediatez es lo que prima. Para un paciente diabético, adaptar su estilo de vida al mundo de hoy puede resultar complicado, pues siempre estamos en la eterno dilema de encontrar la "comida perfecta". ¿Cuántas veces nos hemos visto reducidos a comer una hamburguesa en Mc Donalds en lugar de un almuerzo que intente llenar nuestras raciones diarias de carbohidratos por el simple hecho de no tener tiempo? A menudo nos vemos tentados a comer en fast foods como KFC o Burger King porque están en todos lados y, sobre todo, porque la atención es mucho más rápida que la de un restaurante. No tomamos en cuenta que comer no solo significa saciar nuestro apetito en el menor tiempo posible, sino que para un diabético es parte fundamental de su tratamiento. En este sentido, es necesario que nos demos un tiempo para comer, que planifiquemos conscientemente nuestras comidas diarias. No podemos darnos el lujo de decir "no tengo tiempo para comer"; esto es inaceptable, sobre todo para quienes son paciente insulinodependientes, pues las curvas de insulina pueden jugar una mala pasada si la ingesta de alimentos es inadecuada. 
En general, ninguna persona debería de saltearse ninguna comida. Tanto el desayuno, como el almuerzo y cena son comidas que articulan gran parte de nuestra vida proporcionandonos la energía necesaria para nuestras actividades diarias. Sin un buen desayuno es posible que  nuestro rendimiento en el trabajo o universidad fuese mucho menor porque nuestro organismo no cuenta con los nutrientes necesarios para funcionar. Darnos un tiempo para comer es fundamental, planear nuestras meriendas o cenas es parte de ello. Es decir; no solo es necesario tomar consciencia de la importancia de comer, sino que también debemos planear nuestras comidas para saber qué alimentos estamos ingiriendo. La comida casera siempre será la más recomendable, pero ya casi nadie tiempo de cocinar ni la posibilidad de llevar la comida al trabajo. ¿Qué hacer en estos casos, cuando tengo el tiempo para comer, pero no para cocinar algo saludable? Las opciones de restaurantes saludables, a menudo, suelen tener los precios muy altos porque "está de moda comer bien"; sin embargo, uno puede comer bien en cualquier lugar. Si por algún motivo  nuestra opción es ir a un fast food, pues tratemos de armar nuestro menú 'saludable' aunque resulte toda una odisea hacerlo en estos tipos de establecimientos. Evitemos las papas fritas y remplacemoslas por un puré de papas, evitemos las presas con mayor cantidad de grasa como las alitas de pollo o las piernas y pidamos más ensalada. Es decir, intentemos buscar la opción que mejor se adecué a nuestro estilo alimenticio.
Vivimos en un mundo en donde cada vez más desconocemos qué es lo que nuestro cuerpo realmente necesita. Priorizamos nuestro "antojos" sobre los alimentos que, en verdad, nos brindan los nutrientes necesarios para un mejor funcionamiento de nuestro organismo. Es necesario tener en cuenta que como pacientes diabéticos no debemos dejar de comer ninguna comida porque hacerlo implica una alteración en nuestro control glucémico. Además no solo se trata de comer, sino de comer bien, de comer de una manera consciente. Debemos olvidar la idea de "comer hasta la saciedad" y reemplazarla por una idea más consciente de ingerir los alimentos. Recuerden siempre que el equilibrio es una regla de oro para los pacientes diabéticos; los excesos no son buenos, pueden ocurrir de vez en cuando, pues no se puede ir contra la corriente, pero debemos tratar siempre de encontrar la opción que mejor se adecúe a nuestro necesidades

Mari

miércoles, 7 de octubre de 2015

Medición de Glucosa

¿Cuántas veces al día te mides la glucosa? Si tu respuesta es ninguna, podrías estar teniendo un mal control de tu diabetes. La respuesta cae por su propio peso, para los diabéticos tipo 1 la medición de glucosa es fundamental porque tenemos una escala móvil de aplicación de insulina. Entonces, para saber cuánta cantidad de insulina debo aplicarme, es necesario medir la glucosa y saber qué es lo que voy a comer. A grandes rasgos, la medición debería hacerse mínimo 3 veces al día: antes del desayuno, almuerzo y cena; aunque hacerlo en horarios intermedios es lo más recomendable. Muchas personas consideran un gasto innecesario hacer la medición; primero, porque en algunos países como Perú, el glucómetro y las tiras reactivas deben correr por cuenta del mismo paciente. Segundo, suele creerse que la medición de glucosa no es parte del tratamiento porque no resulta de "carácter vital"; es decir, si un día nos olvidamos de medirnos la glucosa, no pasa nada, pero si olvidamos aplicarnos la insulina los efectos inmediatos son más explícitos. Sin embargo, no olviden que aunque la medición sea ejercicio anexo a la aplicación de insulina, es a través de ella que podemos corroborar que tan efectivo está siendo nuestro tratamiento. Podemos aplicarnos unidades de insulina a ciegas, comer nuestros alimentos, pero si no medimos la glucosa estamos haciendo un "tratamiento ficticio" en donde nos sabemos qué tan alta o baja está nuestra glucosa. La medición es necesaria mucho más en pacientes que tienen un mal control de su diabetes; de hecho en periodos en que yo he tenido mi glucosa alta lo que siempre he hecho es mediar mi glucosa antes y después de comer; la razón es simple, si quieres nivelar tu glucosa tienes qué conocer cuál es tu situación actual y eso solo se consigue midiendo el azúcar.
¿Qué pasa con quiénes no pueden tener acceso a un glucómetro? Esta es una situación muy complicada, pero muy recurrente en muchas personas. Lo que les recomiendo en estos casos es afiliarse a organizaciones sin fines de lucro en donde brinden apoyo a personas con diabetes. En Perú, por ejemplo, existe ADINA, una organización a cargo de Gina Bazán en donde brindan apoyo a diabéticos tipo 1 y en donde, posiblemente, se realicen mediciones semanales de glucosa. Lo más recomendable es realizar un control diario, pero, muchas veces las situaciones son adversas y solo queda acomodarse a la situación. Un control semanal es aceptable, pero debe estar acompañado por un régimen alimenticio diario muy parecido para poder conocer las cantidades de insulina que se deben aplicar. Al contar con un glucómetro, por ejemplo, uno podría aplicarse mayor cantidad de insulina si sabe que va a comer más, pero para quienes no tienen esa posibilidad se aplicarán más insulina sin saber cuánto de glucosa tienen y esto puede derivar o bien en una hipoglucemia o hiperglucemia. Por ello, es que menciono lo de un régimen alimenticio en donde las cantidad de raciones diarias se parezcan.
Finalmente, para los que sí tienen la posibilidad de acceder a un glucómetro, hagan la medición!!. A veces, puede parecer innecesario o les de flojera el hacerlo, pero valdrá la pena porque nos ayudará a mejorar los resultados del tratamiento. Mínimo 3 veces al día 20 minutos antes de comer. Y ya saben, en periodos de glucemias altas, la mejor solución es controlar la aplicación de insulina a través de mediciones constantes, seguirle el rastro a las altas para combatirlas con la dosis necesaria.

Mari

viernes, 2 de agosto de 2013

Dos interesantes temas

 Hola chicos, sé que ha pasado mucho tiempo desde que dejé de publicar en el blog, pero diversas ocupaciones me lo impedían; no obstante, ya estoy de regreso para comentarles las diversas situaciones que, como diabética, me ocurrieron. Recuerden que siempre es bueno contar nuestras experiencias y mantenernos informados acerca de nuestra enfermedad. Hoy, en especial tocaré 2 temas que probablemente hayan experimentado alguna vez, aquí les va.


1. La ansiedad de los exámenes de fin de ciclo: ANSIEDAD Y DIABETES
    No encontré mejor título para expresar lo mal que la pasé en mis exámenes finales de la universidad y cómo malograron mi control de glucosa. El hecho es el siguiente, no me organicé bien y estuve estresada por mucho tiempo, lo cual provoco que comiera en cantidades desorbitantes sin  remordimiento alguno. Mis número de glucosa se fueron hasta el cielo, pero yo lo permitía, pues no podía "comenzar a estudiar" o "concentrarme" si antes no comía. Estuve tan despreocupada que no "encontraba" tiempo para ir al doctor y entonces todo se volvía cada vez más repetitivo. Felizmente en las redes sociales podemos encontrar grupos de ayuda, foro, etc, lo que hice fue comentar mi caso y me di cuenta que muchos pasaban por lo mismo y recibí de buena manera sus consejos. Lo que pude rescatar y que, realmente se los recomiendo, es; en primer lugar, NO ESTRESARSE, pues esto deriva en otras cosas, en mi caso la ansiedad por comer, en otros podría ser dolores de cabeza, etc. En segundo lugar, en épocas donde tenemos el tiempo apretado, no podemos echarnos al abandono y posponer nuestra enfermedad, siempre debemos estar pendientes de los que nos sucede porque si no lo atendemos a tiempo ustedes saben que empeorará comprometiendo otros órganos. En tercer lugar, esta es la solución práctica, siempre hay productos "dulces" para diabéticos y, si no hubiera alguna tienda cerca, como me sucedió a mi, encuentren otra solución, un reemplazo que se vuelva constante. Esto es que, en mi caso, si me muero de hambre cada vez que voy a estudiar y "no puedo comenzar" si es que no me como una galleta y papitas y hamburguesas entonces mentalicémonos y tratemos de encontrar una solución saludable que se le parezca. Yo me moría por comer un pan dulce, pero no había ni la mermelada diet en mi refrigerador, entonces lo que empecé a hacer fue ir bajando de a pocos comencé reemplazando mi antojo con un vaso de leche caliente con cocoa (endulzado con edulcorante) y un pan solo. Lo que se debe hacer es encontrar equivalentes, yo no recomendaría tanto los dulces especiales para diabéticos porque igual te condicionan, ¿qué va a pasar cuándo se acaben? ¿ir a comprar más?. Lo mejor es encontrar un reemplazo y recuerden que el antojo solo dura 10 segundos, pasado ese tiempo ya ni te acordarás que lo deseaste. De todos modos, siempre tratan de pensar con la cabeza calmada, y no hacer el típico jueguito de colocarte la insulina y comer algo dulce, creo que podemos hacerlo a veces, si tu amiga cheff aaba de inventar un  nuevo postre y te pide que lo pruebes; me refiero a que solo en ocasiones se nos está permitido eso, luego todo es el control de la mente y nuestra tabla de equivalencias.

2. ¿Qué pasa con el ejercicio en invierno?
     Aquí en Perú ya estamos en invierno, por lo que todas nuestra energía de verano ahora duermen a nuestro lado y les da flojera levantarse para hacer ejercicio. Particularmente, es lo que me pasa siempre cuando llegamos a esa época del año, pero tengan en cuenta que la actividad física tampoco debe ser igual de intensa como la del verano, pues esta de por medio toda la presión de que nos quede bien el bikini :). Lo importante es hacer ejercicio, por eso yo les recomendaría no salir de casa, pues en la red hay muchas opciones, es tan simple cojen su colchoneta prenden la laptop y a levantar las piernas. Una de mis opciones favoritas es la que presenta este canal de Youtube Para perder barriga me funcionó mucho en verano y espero que también en invierno. Otro deporte que yo hago es natación, realmente en invierno la prefiero más porque literalmente NO HAY NADIE EN LA PISCINA jajaja, obviamente a la que yo voy es una temperada, es una experiencia muy chévere, además recuerden que la natación es el deporte más completo. En realidad ustedes, pueden escoger la que más deseen, incluso saltar soga, pasear con el perro, subir escaleras, lo que quiera. Pero aquellos a los que aún no se animan, busquen una buena opción, ya ven que no es necesario salir de casa y recuerden siempre mantener la constancia.