jueves, 1 de julio de 2010

Cuando supe que tenía diabetes.



A quién, cuando es niño, no le han gustado los dulces. Yo los adoraba. Enterarme a los 12 años que tenía diabetes y que estos estaban prohíbidos para mí, marcó un antes y después en mi vida. Reuerdo haber gritado e incluso haber llegado a pensar, por mi ignorancia quizá, que la culpa de mi "enfermedad" la tenían mis padres.

Estaba sentada en el consultorio del Hospital Rebagliati, esperando con mis padres al doctor. Le dije a mi papá que le dije a mi papá que tenía hambre y este me trajo una galleta soda. Cuando mi papá se fue le pregunte a mi mamá que por qué estábamos aquí y qué estábamos esperando. Ella me dijo "Hijita creo que tienes diabetes". Nunca olvidaré lo directa que fue al decírmelo. Entonces me puse a gritar y a echarle la culpa de todo y luego vino mi papá con una enfermera me llevaron al consultorio. Me dijero que me iban a poner una inyección y yo me negué. A los cinco minutos llegaron 4 enfermeros más y me agarraron entre ellos para poner mi primera inyección de insulina. Lloré tanto ese día, pues me enteré que tendría que ponérmela para siempre.
Cuando ya había pasado 3 meses comencé a ponerme yo sola mi dosis de insulina, pues antes me la ponía mi mamá. En una de las consultas con mi nuevo médico le dije que ya no quería seguir pinchándome y este me dijo que la insulina me iba a hacer más bonita. Entonces lo miré asombrada y él me sonrió. Nunca más volví a renegar al ponerme una inyección.
Hoy ya han pasado casi 5 años desde esa traumática vez, vivo con diabetes tipo I, hago mi vida normal y de vez en cuando me como una de mis mayores debilidades en el mundo: los alfajores.
Aunque no soy una endocrinóloga experta en temas del pancreas ,creo que a través de mi experencia puedo ayudar a muchas personas que recién han sido diagnosticados con diabtes, cualquiera que seal el tipo. Este blog está hecho para eso para poder intercambiar experiencias, ideas, "secretitos" y esos problemas que nos aquejan a los diabéticos. Recuerden que todo tiene solución y a la larga ya ni sentirán que tienen que cargar con una "enfermedad".
Cuíndense mucho.

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